El 23 de Marzo de 2017, el Colectivo Cultural Perincú entrevistó a la joven cineasta Andrea Méndez González, quien recientemente dio a la ciudad de Sincelejo un premio internacional en el marco del Festival Internacional de Cine de Iquique- Chile, habló con nosotros sobre su obra galardonada “EL PAPI”, su actual trabajo, el estado de la industria cinematográfica en Colombia y la reconciliación del cine con lo tradicional.
Andrea nació en Sincelejo, Sucre. Se graduó en el 2015 en Cine y Medios Audiovisuales de la Universidad de Magdalena. Desde el año 2013, presenta proyecto ante COLCIENCIAS, y en el transcurso del 2014 aplica a la Beca de Producción Regional para Cortometraje de Ficción y Documental del Ministerio de Cultura de Colombia.
Andrea Méndez pertenece a la fundación PARQUESOFT en Sucre, ha participado en eventos de contenido digital como Colombia 3.0, obtuvo una beca del Ministerio de Cultura de Colombia y el Instituto Colombiano de Créditos Educativos y Estudios Técnicos en el Exterior - ICETEX, para realizar estudios complementarios durante un año en Cine Documental en el Sindicato de la Industria Cinematográfica en Argentina. Asimismo, gracias al proyecto aprobado en la convocatoria Residencias Artísticas Internacionales del Ministerio de Cultura de Colombia y el Fondo de las Culturas y las Artes de México – FONCA.
Actualmente, es la productora del cortometraje “Bajo la sombra del Guacarí”, el cual fue seleccionado en la categoría Relatos Regionales de la convocatoria del Fondo para el Desarrollo Cinematográfico Pro-Imágenes Colombia. Este corto de ficción ambientado en los años ochenta, evidenciará expresiones orales que hacen parte de nuestra tradición como las décimas, cantos de zafras y vaquería, donde se expone el valor de la amistad y la condición humana de la muerte en el majestuoso San Marcos, entre los ríos San Jorge y Cauca.
E: Hace poco ganaste un premio en un festival internacional de cine, en Chile, con el corto documental “El Papi”. Cuéntanos sobre este.
A: Este cortometraje documental trata sobre la condición humana, los sueños y esa lucha que siempre tenemos por lograr lo que queremos. Es una historia de un hombre que nació en el cuerpo de una mujer. Cuando era apenas un niño, a los diez años, decide irse de casa y empieza a ganarse la vida como vendedor de dulces en las calles de Santa Marta; con el paso del tiempo, termina vendiendo drogas, esto sumado a que nunca tramitó su cédula lo llevó a tener que esconderse constantemente de la policía, su principal antagonista. Pasan muchas situaciones duras en el corto relacionadas a la muerte de algunos amigos. Esto lo incita a tomar una decisión, a desear una existencia menos riesgosa. El corto muestra el viaje que debe emprender para lograr transformar su vida, el encuentro con su familia que desconocía su cambio de género así como los avatares para tramitar su documento de identidad.
E: ¿Por qué la temática?
A: En la búsqueda de ideas e historias me planteaba la necesidad de que el proyecto fuese algo con lo que el público se pudiese identificar; que fuese competitivo. Entonces me acordé de una noticia que vi hace muchos años acerca de un niño que sus padres vestían con atuendos de niña. Al comienzo, pretendía hacer un falso documental, es decir, tomas un actor, le haces una entrevista como si fuera un personaje real pero él ya sabe lo que va a responder. Hay un guión preparado, es como una ficción dentro del documental. Sin embargo, esta idea no fue apoyada por mi profesor ni por mis compañeros de clase. Así que empecé la búsqueda de una persona transgénero que hubiese hecho el tránsito de mujer a hombre. Busqué en discotecas gays, viaje a Medellín, a Barranquilla y terminé encontrándome con el Papi en Santa Marta.
E: ¿Por qué estudiar cine? ¿Qué hubo detrás de esos motivos?
A: Antes de estudiar cine tenía muchas curiosidades pero no tenía el acceso; tenía mucha curiosidad por las artes. En algún momento quise estudiar pintura; también me gustaba escribir. Después me apasioné por la fotografía; Ese conjunto de cosas me hicieron buscar algo que realacionara estos tres intereses. Creo que en el cine encontré la forma para expresar, invadiendo todas las áreas. Capturar momentos y realidades a través de un enfoque creativo que manifestara los sentimientos más profundos. El cine refleja cosas de la vida, siempre hay algo de nosotros en eso que se proyecta.
E: ¿Qué piensas sobre la forma en que se ha apreciado lo visual en nuestra actual sociedad?
A: En algunos aspectos sigo prefiriendo lo análogo. El cine digital nos ha facilitado las cosas en términos de producción, es mucho más económico hacer películas ahora, cualquiera con una cámara y un computador puede hacer una película. Además, es mucho más accesible y nos ha permitido a los nuevos creadores hacer cosas. Pero siento que se han perdido otros aspectos importantes, algunas características valiosas del cine. Una película es para proyectarla, la imagen en su profundidad, e incluso el sonido, hacen que las cosas excedan la realidad, eso se ha perdido y se nota en la baja asistencia a las salas de cine. Se va más en búsqueda de una nueva experiencia; una competencia que no incluye la calidad de la película. Siento que no deberíamos perder la costumbre de ir a la salas de cine a ver buen cine, aunque a nivel local no hay mucha oferta, creo que está en nuestras manos hacer que esto suceda. Sino lo hacemos nosotros no lo va a hacer nadie. El mejor cine colombiano no lo vemos. Hace falta mucha formación de público, no estamos acostumbrando a ver otro tipo de cine.
E: Si realizaras un producto audiovisual sobre algún aspecto de tu ciudad natal, Sincelejo ¿Qué tema escogerías?
A: Me llama muchísimo la atención nuestras costumbres y tradiciones. Aquellas familiares y las que hacen parte de nuestra infancia. Como cuando era niña que salíamos ritualmente a la terraza, veíamos la gente pasar. Yo lo recuerdo y me traslado, es un sentimiento mágico. También los juegos tradicionales, los cuentos de los abuelos; ciertas costumbres gastronómicas como el ajonjolí, el chocolate en polvo. Estoy hablando todo esto y se me pasan imágenes por mi cabeza. La idea es trabajar con relatos regionales, que destaquen nuestra cultura y nuestro valores sobre todo, porque creo que hay bastantes cosas negativas en los medios a nivel nacional sobre Sucre y Sincelejo, y realmente acá pasan cosas más interesantes que las que se ven en las noticias; El corto de ficción en el que actualmente trabajo como productora, “Bajo la sombra del Guacarí”, es muy importante porque fue producto de un premio que nos ganamos, es un premio nacional de un fondo, una bolsa en la que todos los cineastas profesionales le apuntan cada año, y estar nosotros en ese lugar, hace que Sucre aparezca en el mapa de realización cinematográfica de Colombia.
E: ¿Cómo es hacer cine en Sincelejo?
A: Llegué a Sincelejo después de haber estudiado en Santa Marta y en Argentina estudios de cine, y me encuentro con la grata noticia de que hay gente que quiere hacer cine, que se están haciendo cosas buenas pero que al mismo tiempo están muy divididos; nos hace falta unión. Cuando apenas estamos comenzando nadie aquí puede decir que es un ducho, que es un profesional en la realización de cine. Entonces si vamos a comenzar a competir entre nosotros mismos, cuando ni siquiera podemos competir a nivel nacional, es una falta de sensatez. Creo que desde mi lugar lo que puedo aportar es que tengo claro cómo se hacen las cosas desde lo profesional. Valoro mucho la creación empírica de quienes hacen cine, son muy valientes, hacer cine es una locura pero hay varias cosas que tiene que ver con una línea de calidad, que si no comenzamos con una línea de calidad, nuestras cosas nunca van a llegar lejos o nosotros como creadores nos vamos a cansar, vamos a desistir de eso después.
A mi Sincelejo me inspira mucho, el solo hecho que no haya nada me hace pensar que está todo por hacer y que podemos comenzar las cosas bien.
E: ¿Las historias de la guerra siguen siendo contadas en lo audiovisual o en la actualidad sobre que se está escribiendo para el cine?
A: Todo lo último que he visto ha sido basado en el postconflicto; se habla de guerra y mujer, es como lo que se está contando ahora y desde diferentes aspectos. Esta película “oscuro animal” explora muchísimo sobre eso, me llama la atención porque no tiene ningún diálogo, hasta después de unos minutos te das cuenta de que es lo que están contando, me gusta porque es muy sutil. “La Sirga”, “La Sargento Matacha” son otros ejemplos. Yo creo que es tiempo de mirar al futuro, hay muchas especulaciones y esto también afecta la visión que se tiene de Colombia frente al mundo. En la televisión se habla de guerra y narcotráfico, y ya estamos algo cansados de eso, de lo mismo.
E: Finalmente ¿Cuál es tu concepto sobre el estado de la producción cinematográfica en Colombia?
A: Para esta cineasta la producción cinematográfica está en uno de sus mejores momentos… Hablando del cine independiente vamos muy bien, siendo algo intangible, imagen y sonidos, te llega, te toca, te hace llorar, te hace reír, te inquieta, te hace trasnochar, el poder que tiene es muy grande; está muy bien que se esté aprovechando para crear de una forma estética y narrativa muy bonita, donde de hecho le ha ido muy bien a nivel internacional en la crítica.
El colectivo cultural Perincú de Sincelejo agradece a la joven cineasta Andrea Méndez González por el amable gesto de conceder la presente entrevista. Auguramos éxitos en su carrera como profesional del cine, la cual con su evidente disciplina seguirá obteniendo valiosos triunfos en este inquietante presente que le espera.
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